El cáncer es una enfermedad muy extendida y temida. Tanto el diagnóstico como el tratamiento suelen ser difíciles y largos. Es por eso que los patólogos y médicos continúan investigando formas de detectar y predecir mejor los tumores.
Frank Sauer, Steffen Grosser y varios otros colegas de la Universidad de Leipzig han descubierto que no sólo el tamaño sino también la naturaleza del tumor pueden indicar cuán agresivo es un cáncer. Compartieron los resultados de sus pruebas a través de un estudiar En la revista científica Advanced Science.
Los tumores líquidos son más agresivos que los benignos
Los médicos suelen confiar en su sentido del tacto para hacer un diagnóstico. Se aplica lo siguiente: cuanto más duro es el tejido, más probabilidades hay de que se vuelva canceroso, es decir, un tumor maligno. Los investigadores escriben: «La progresión del cáncer es causada por cambios genéticos y está asociada con diversos cambios en las propiedades celulares, que también afectan el estado mecánico del tumor». Hasta ahora era completamente predecible que no hubiera resistencia al crecimiento maligno. Propiedad. Si el tumor es líquido, es decir, no vuelve a su posición original después de las impresiones externas, puede ser una forma de cáncer particularmente agresiva.
Sauer pudo ahora confirmar esta suposición. Para el estudio, el equipo evaluó a doce pacientes con cáncer. Sufrían cáncer de hígado, cáncer de colon, cáncer de páncreas o tumor cerebral. Los investigadores pudieron comprobar que la mayoría de los tumores eran muy rígidos y no respondían a las vibraciones. El equipo describe sus hallazgos de la siguiente manera: «Con la excepción del adenoma hepatocelular benigno (HCA), todos los tumores analizados mostraron una diferencia estadísticamente significativa en la rigidez y fluidez del tejido en relación con su tejido de referencia, lo que demuestra un comportamiento mecánico alterado en el tejido tumoral patológico».
Nuevos diagnósticos deberían revelar la estabilidad del tumor.
Las opciones diagnósticas previas dependen de la amplia experiencia de los médicos en el diagnóstico del cáncer. Eso puede cambiar en el futuro. A partir de ahora, la atención principal debería centrarse en la estabilidad del tumor. Para ello es especialmente adecuada la tomoelastografía, que Sawyer y su equipo también utilizaron en el estudio. El nuevo método tiene como objetivo utilizar vibraciones en el tejido para determinar qué tan apretado o flojo está el tumor.
Los médicos ven que sus resultados confirman sus predicciones anteriores. También suponen que el método recientemente aplicado ganará terreno rápidamente en el diagnóstico.
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