Por Anna Chisholm, ABC Noticias
La artista del atardecer Jayde Hopkins es tranquila y reconstituyente.
A pesar de «no tener religión», la mujer Kurindji y Woolwonga, que vive en la tierra de Larakia en Darwin, dice que las puestas de sol pueden hacerla sentir «asombrada por el universo».
«Creo que los colores son lo que realmente me identifica como artista», dice Jade, «y los colores cálidos también me hacen sentir así».
Incluso les señala la puesta de sol a los extraños en la gasolinera.
«Nunca volverás a ver la misma puesta de sol. Es sólo por un tiempo. Depende de ti notarla y apreciarla antes de que desaparezca».
Intenta recrear los mismos sentimientos y emociones de manera sucinta a través de su pintura.
Zeit también da la bienvenida a las puestas de sol, ya que marcan el final del día.
«Has terminado el trabajo y ahora tu vida está en tus manos», dice.
Los beneficios de buscar un atardecer
La psicóloga Carmen Cubillo, mujer de Larraquia, dice que pasar tiempo en la naturaleza puede tener implicaciones saludables para la salud y que los atardeceres, especialmente en la playa, pueden ser una experiencia multisensorial que puede ayudarnos a reflexionar.
«La naturaleza te aleja de las cosas que te estresan y te devuelve a las cosas que te disciplinan y conectan», dice.
«Creo que debemos hacer de eso una prioridad».
Cubillo dice que el tiempo pasado en el país no sólo es beneficioso en el presente, sino también una oportunidad para desarrollar resiliencia ante factores estresantes futuros.
Ver la puesta de sol desde la playa Bulgul, el país de Watjigan Patty al sur de Darwin, fue «muy especial».
«Estaba en el vientre de mi madre y ahora estoy sacando a mi hija».
Zena Burgess, directora ejecutiva de la Sociedad Australiana de Psicología, dice que los atardeceres nos conectan con algo más grande que nosotros mismos.
Dice que las investigaciones muestran que los entornos naturales pueden tener un efecto positivo, especialmente en niveles bajos de ansiedad o pensamientos negativos.
«Induce un efecto positivo en las personas», como caminar sobre la arena descalzo en lugar de zapatos.
Por eso la gente se quita los zapatos en la playa o se siente atraída por comentar la puesta de sol.
Hazlo una rutina
Con sede en Naarm/Melbourne, la rutina matutina típica de Burgess consiste en nadar en la bahía al amanecer.
La recompensa con una «sensación de confianza durante todo el día».
Para aprovechar al máximo el tiempo en la naturaleza, dice Burgess, es necesario disfrutarla con regularidad y «no esperar que sea un evento único».
«No es un sustituto de la atención de salud mental, pero es algo que puede contribuir de manera positiva», afirma.
Experiencia de consenso
Si estás con tu familia o un grupo grande, contemplar el atardecer puede ser una experiencia comunitaria, dice Cubillo.
Burgess está de acuerdo; «Ver la puesta de sol puede tener un aspecto muy comunitario».
Cuando la gente se reúne para contemplar la puesta de sol, «hay una sensación de ser parte de una comunidad, no te sientes solo», dice. Puede tener un impacto emocional, dice.
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