CIUDAD DE MÉXICO, 21 ago (Reuters) – Jueces y magistrados se declararon en huelga el miércoles mientras se intensificaban las protestas contra las reformas judiciales impulsadas por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador.
La controvertida reforma de hacer que los jueces –incluidos los de la Corte Suprema– sean elegidos por voto popular es una de las principales prioridades para López Obrador, quien sostiene que ayudará a combatir la impunidad y la corrupción.
Pero los mercados han estado nerviosos desde que el partido gobernante Morena ganó más escaños en el Congreso de los previstos en las elecciones nacionales de junio, garantizando efectivamente su capacidad para aprobar reformas constitucionales cuando el nuevo Congreso asuma el cargo el próximo mes.
«Nos encaminamos hacia una crisis constitucional sin precedentes que, si no se detiene, dejará profundas cicatrices en nuestro tejido social», afirmó el miércoles Juana Fuentes, presidenta del sindicato que agrupa a jueces y magistrados.
Fuentes dijo que la huelga continuará hasta que se derogue la propuesta, pero el Departamento de Justicia seguirá manejando los casos urgentes.
Quienes se oponen a la reforma dicen que la elección popular de jueces pondría fin a las carreras basadas en el mérito y haría al poder judicial aún más vulnerable a influencias externas como partidos políticos o grupos del crimen organizado.
A los mercados les preocupa que los cambios puedan erosionar controles y equilibrios clave sobre el poder presidencial, dañar el clima de negocios en la segunda economía más grande de América Latina y conducir a disputas comerciales bajo el T-MEC, el acuerdo comercial de América del Norte.
El martes, el banco de inversión Morgan Stanley rebajó la calificación de México a «infraponderar» -una recomendación de venta efectiva- diciendo que la reforma judicial propuesta «debería aumentar el riesgo» y podría perjudicar la inversión. «Esto es un problema porque la crisis llega a puntos clave», afirmó el banco en una nota.
López Obrador criticó la huelga y dijo que no cambiaría su opinión sobre la reforma.
«En su movimiento no pasa nada, no importa porque no están sirviendo al pueblo», afirmó durante una habitual rueda de prensa matutina.
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Informe de Diego Orr y Raúl Cortés; Escrito por Sarah Kinosian; Edición de Sandra Maler.
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